Ayer Nati nos volvió a sorprender. Habíamos ido a comer con ella a casa de mi hermano en las Rozas, y como siempre el tomtom se empeñó en que fuéramos por el centro y nosotros que nones, por la M-30. El caso es que el bicho este no paró de intentar corregirnos, que si a cien metros girásemos por la izquierda, que si diésemos media vuelta, y como además tuvimos atasco pues Nati no estaba precisamente contenta con la situación.
Unas horas más tarde y ya de nuevo en nuestro barrio estábamos con Nati en un bar tomando el trinaranjus cuando de repente esta le dice a Montse, “Montse, mírame”, nos miramos y nos reímos pero ella insiste “¡¡¡Montse, mírame!!!!”, entonces Montse la mira sorprendida y Nati, que no sé como narices se da cuenta que la está mirando, se encara a ella y le grita “¡¡¡por la izquierda!!!”