Buen día,
fiable al 100 por cien no hay nada; hablando de cuestiones científicas (que es lo que toca al aparatito en cuestión) todo tiene un margen de error; y errores hay de varios tipos, como por ejemplo los relacionados con los materiales usados para construir los aparatos o también los relacionados con la actuación humana.
Pero un aparato se puede considerar fiable cuando el error está dentro de unos márgenes. Y según los fabricantes del libre, los márgenes son demasiado amplios para mi gusto o mis preferencias o mis necesidades. ¿Por qué? Pues por las razones por las que lo uso:
1- Tranquilidad, como dice Juan Luis
2-Tendencias
3-Evitar los pinchazos en los dedos después de las comidas, porque a mí me duelen mucho los pinchazos y se me quedan los dedos doloridos a veces muchos días.
Vamos por partes:
-en cuanto a tendencias, le pongo un sobresaliente, revisable, porque también me he encontrado medidas de subiendo en vertical y a los pocos minutos una medida horizontal alejada del valor que marcaba al subir (esto precisaría una investigación más fina)
-En cuanto a evitar los pinchazos en los dedos después de las comidas y la tranquilidad, pues me está fallando demasiado los últimos tres sensores aprox. ¿Por qué? Si la tranquilidad va asociada a que una medida no se salga de madre, pues está fallando: porque si después del desayuno ayer me marcaba capilar 150 y el libre 204 con flecha horizontal, no me evita el pinchazo capilar (porque yo veo 200 en el libre y se que estoy sentada y no me voy a mover, pienso que tanto puedo tener 180 como 220 capilar; y no es lo mismo porque con una medida no me corrijo y con la otra sí, y entonces pincho. Claro, y salen 50 puntos de diferencia. Así que no he tenido ninguna tranquilidad: más bien ansiedad provocada por ver una medida alta y sumamente errónea.
Entonces, con variaciones de ese tipo, tengo que pinchar igual siempre y además no gano en tranquilidad, porque: 1-ver una medida de 60 o de 220 genera ansiedad, 2-el dolor en los dedos me provoca malestar. Lo juntas todo y tienes un cóctel de enfado.
No, ya no me enfado porque no me hace bien, ya voy soltando la ansiedad, porque no me hace bien; pero sí que me planteo la unión de todos los factores, a los que se juntan las dificultades económicas, y sopeso: y está a punto de ganar el "no lo compro". Teniendo en cuenta que escucho bastante bien a mi cuerpo y todo eso, pues igual no lo compro este mes. Ahí es donde me doy cuenta de que me sigue fallando la confianza y de que sigo teniendo miedo al descontrol. Siempre sirve para algo todo lo que hacemos o reflexionamos o vivimos...
En fin... buen día
