Jajajaja, cuantas veces he oído esa anécdota y sigo partiendo me de risa... Ufff...
Este fin de semana estuve haciendo la entrevista a mi hija mayor sobre el libro de diabetes que estamos escribiendo y me recordó una, que después de 13 años me parece tan "ridícula", jajajaja, pero con qué angustia lo viví en su momento...
A mi hija le dieron el alta hospitalaria un 24 de octubre, salio del hospital inyectándose unas horribles insulinas premezcladas totalmente imprevisibles que nos condicionaban los horarios, no os podéis imaginar de qué manera... Todas las mañanas, fuera lunes, domingo, año nuevo o lo que sea, nos teníamos que levantar a las siete de la mañana (Ángela tenía 5 años) para ponerle la insulina y desayunar, luego a la una y por la noche a las 8...
Aquel día, vino mi hija mayor y me dijo " Mamá, ¿no le has puesto la insulina a la niña?" "¿la insulina? Qué dices, aun falta más de media hora.." "mamá son las 8 y media" "¿Las ocho y media? Nooo, son las siete y media"" No mamá, son las ocho y media"...Mira, me puse a llorar desconsoladamente, como una niña pequeña que había hecho las cosas mal, con lo importante que era el horario ya que así nos lo habían recalcado en el hospital, y yo, me lo había saltado.... Siii fue un absoluto drama, y así lo viví... Y todo fruto de mi falta de control, por aquel entonces, recién diagnosticada, de la situación...Qué cosas...